jueves, 16 de abril de 2015

EFECTOS DE LA MARIHUANA



NIDA
¿Qué es la marihuana? La marihuana es una mezcla gris verdosa de hojas, tallos, semillas y flores secas y picadas de la planta de cáñamo, Cannabis sativa
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La principal sustancia activa en la marihuana es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que causa muchos de los efectos conocidos de la droga. Cuando se fuma la marihuana, sus efectos comienzan casi de inmediato. El THC pasa rápidamente de los pulmones hacia el torrente sanguíneo, donde es transportado al resto del cuerpo, incluyendo al cerebro. Si se fuma, los efectos de la marihuana duran de una a tres horas. Si se ingiere la marihuana en un alimento o bebida, el inicio de los efectos es más lento, generalmente comenzando entre media hora a una hora después, pero pueden durar hasta cuatro horas.
Los efectos de la marihuana sobre el cerebro. Cuando se fuma la marihuana, su ingrediente activo, el THC, viaja por el cuerpo, incluyendo el cerebro, para producir sus efectos diversos. El THC se adhiere a sitios llamados receptores de cannabinoides ubicados en las células nerviosas del cerebro, afectando la manera en que éstas funcionan. Hay abundancia de receptores de cannabinoides en las partes del cerebro que regulan el movimiento, la coordinación, el aprendizaje, la memoria y las funciones cognitivas superiores, como el juicio y el placer. Cuando se fuma la marihuana, el THC estimula artificialmente a los receptores de cannabinoides, alterando la función del sistema endocanabinoide. La sobreestimulación de estos receptores en áreas clave del cerebro produce el “high” o euforia asociada con la marihuana, así como otros efectos sobre los procesos mentales. Con el tiempo, esta sobreestimulación puede alterar la función de los receptores de cannabinoides lo que, conjuntamente con otros cambios en el cerebro, puede llevar a la adicción y a los síntomas del síndrome de abstinencia si se deja de usar la drogaPrincipio del formulario
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El consumo de la marihuana deteriora la capacidad para crear recuerdos nuevos y para desviar la atención de una cosa a otra. El THC también entorpece la coordinación y el equilibrio al adherirse a los receptores en el cerebelo y los ganglios basales, que son las partes del cerebro que regulan el equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo de reacción. Por lo tanto, también se ve afectada la capacidad de realizar tareas complicadas, de hacer deportes, de aprender y de conducir un vehículo.
Los consumidores de dosis altas de marihuana pueden experimentar una psicosis aguda, que incluye alucinaciones, delirio y una pérdida del sentido de la identidad personal o autorreconocimiento.
A los pocos minutos de haberse inhalado el humo de la marihuana, el corazón comienza a latir más rápido, los bronquios se relajan y se ensanchan, y los vasos sanguíneos en los ojos se dilatan haciendo que los ojos se vean rojos.
Las consecuencias del abuso de marihuana
Agudas (presentes durante la intoxicación)
  • Deterioro de la memoria a corto plazo
  • Deterioro de la atención, el juicio y otras funciones cognitivas
  • Deterioro de la coordinación y el equilibrio
  • Aumento en el ritmo cardiaco
  • Episodios psicóticos.
Persistentes (duran más que la intoxicación pero no siempre son permanentes)
  • Deterioro de la memoria y las habilidades para el aprendizaje
  • Deterioro en el sueño.
A largo plazo (efectos acumulativos del abuso crónico)
  • Puede llevar a la adicción
  • Aumento en el riesgo de la tos crónica y la bronquitis
  • Aumento en el riesgo de la esquizofrenia en personas susceptibles
  • Puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y síndrome amotivacional. El humo de la marihuana, al igual que el del tabaco, consiste en una mezcla tóxica de gases y partículas, muchas de las cuales se sabe que son perjudiciales para los pulmones. Las personas que fuman marihuana regularmente pueden tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, una mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho y un mayor riesgo de infecciones pulmonares. Incluso el consumo poco frecuente de la marihuana puede causar ardor y picazón en la boca y la garganta, a menudo acompañados por una tos fuerte.
  • Además, la marihuana tiene el potencial de suscitar el cáncer de los pulmones y otras partes del aparato respiratorio porque contiene hasta un 70 por ciento más irritantes y carcinógenos que el humo del tabaco.  Un estudio breve de tres semanas encontró que fumar marihuana se asocia con algunos efectos negativos estadísticamente significativos en la función inmunológica de los pacientes con SIDA; otro estudio pequeño de estudiantes universitarios también sugirió la posibilidad de que la marihuana podría tener efectos adversos sobre el funcionamiento del sistema inmunológico. Por lo tanto, la evidencia conjunta de los estudios en animales, más los datos limitados disponibles en humanos, apuntan a que se deberían realizar investigaciones adicionales sobre el impacto de la marihuana en el sistema inmunológico.
¿La marihuana es un medicamento?
La planta de la marihuana contiene varios compuestos químicos que podrían ser útiles para tratar varias enfermedades o síntomas, lo que lleva a muchas personas a argumentar que se debería legalizar su uso para fines médicos. De hecho, un número cada vez mayor de estados (20 a partir de marzo de 2014) ha legalizado el uso de la marihuana para ciertas afecciones médicas.
El término "marihuana medicinal" se utiliza generalmente para referirse a toda la planta de marihuana sin procesar o a sus extractos crudos, que no son reconocidos o aprobados como medicina por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).  Pero el estudio científico de los compuestos químicos activos de la marihuana, llamados cannabinoides, ha conducido al desarrollo de dos medicamentos ya aprobados por la FDA, y al desarrollo de nuevos fármacos que aprovechan los beneficios terapéuticos de los cannabinoides y reducen al mínimo o eliminan los efectos secundarios nocivos (incluida el efecto narcótico) producidos al ingerir o fumar hojas de marihuana. La mayor parte de la marihuana que se vende en los dispensarios como medicina tiene la misma calidad y conlleva los mismos riesgos para la salud que la marihuana que se vende en la calle. Sin embargo, dado el interés terapéutico en el cannabidiol (CBD) para tratar ciertas afecciones como la epilepsia infantil, se han desarrollado cepas con una relación CBD:THC más alta de lo normal, que se venden con fines medicinales.

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